viernes, 4 de mayo de 2007

Capítulo 7 - Me puse curioso

Traté de dejar atrás el incidente con la señora fallecida y me llegó una idea. Si podía entrar a una casa y ser testigo de lo que pasaba de forma sigilosa, ¿porque no recorrer un poco otras casas para ver como la gente se comporta cuando no hay "nadie" mirando?.

Todos siempre tuvimos el deseo de ser invisibles y caminar por las habitaciones de la casa de la vecina y poder espiar lo que hacían nuestras compañeras de curso y descubrir los secretos que alguien trataba de ocultar.

Así que entré en una casa y recorrí el dormitorio. Niños dormían plácidamente. El la otra habitación una mujer roncaba sobre el pecho de su pareja.
Los miré un rato y desee tanto poder sentir el calor de una mujer abrazándome mientras descansaba en mi cama.

Tranquilamente me retiré y al pasar observe las fotos de la familia. En el zoológico, en la nieve, vestidos de payaso. Sonreí.

- Esta gente es buena onda - pensé.

Al entrar en ya la séptima casa de la avenida era ya de mañana. Subí al segundo piso de una casa blanca de madera buscando al o los ocupantes. Al llegar al dormitorio vi a un joven dormir desnudo entre las sabanas. El aire olía a alcohol y sexo.

Se abrió la llave de la ducha y atravesé la pared del baño.

Era una mujer de piel blanca que, desnuda, terminaba de lavarse los dientes justo antes de mirarse en el espejo con cara de arrepentida.

Hermosa mujer que junto al vapor que se formaba de la ducha producían un ambiente de ensueño ante mis ojos. Se cubrió por las gotas de agua mientras su cuerpo era recorrido por un jabón aroma a jazmín.

Miré mi propio cuerpo, miré mis manos. Traté de ver mi cara en el espejo, pero fué imposible. No tenía reflejo. Sólo vi el vapor de la ducha caliente.

Observé un rato más a esta belleza hasta que cerró la llave y cubrió su cuerpo con una toalla. Salió al dormitorio dejando salir el vapor y secó su cabello con otra toalla. Momentos más tarde, apretó la toalla y se la tiró en la cabeza a quien todavía roncaba boca abajo.

- Ahhhh.... quuee ondaa? - murmuraba mientras se sacaba la toalla de encima

- Levántate, que estoy atrasada - le increpó - y cierra bien la puerta cuando salgas.

Subió sus jeans y rápidamente se puso una polera sin usar un sostén debajo. Calcetas, zapatillas. Tomo unos cuadernos y un bolso de una silla y se acercó hacia mi.

Yo no alcancé a moverme, me paralicé y de pronto ella pasó por sobre mi.

Un segundo después, se detuvo y giró lentamente su cabeza.

- Si ya voy - le dijo el levantándose.

Ella miró extrañada, miró el suelo. Giró su cabeza y bajo la escalera.

Salí de la casa y la vi alejarse en su auto.

Me disponía a seguir calle abajo cuando de reojo, siento que alguien me mira. Me dio un escalofrío y voltee a mi derecha y alcancé a ver un segundo a una mujer de cabello rojo justo antes de que desapareciera detrás de una micro.