viernes, 4 de mayo de 2007

Capítulo 4 - En el viaje

Mientras avanzábamos no sé hacia donde, miraba a Camila y recordaba sus primeros días. Cuando tuvimos que correr para alcanzar un colectivo vacío. Mi mujer con su panza enorme y yo atrás con las maletas armadas a medias.

La Clínica estaba casi copada y llamamos para reservar alguna habitación.

El proceso fue largo y tenso. Clara apretaba mi mano con cada contracción y mis nervios aumentaban minuto a minuto. El doctor estaba dejando pasar un po...

- ¿Cuánto falta? - dijo Camila suavemente, mientras miraba sus zapatos negros.
- No mucho - respondió Clara.

Al mirar su mejilla, me concentré un un suave brillo. Una lágrima había rodado. Luego levantó un poco la mirada para ver pasar los árboles fuera del auto.

Me quede un minuto observando su rostro y los recuerdos volvieron a mi mente.

Al par de horas de llegar a la Clínica, había nacido. No sin dificultad, fue un gran esfuerzo de su madre y pudo tomarla en sus brazos y encontrarse cara a cara con la niña que llevaba en su interior.

Me hicieron pasar a una sala en donde la lavaron, le pusieron un pañal y la arroparon. Segundos después de la revisión del pediatra, la pude exhibir a través de una ventana a la familia que había ido a presenciar el evento del año.

Felices. Mi mamá no se podía levantar por un problema en la espalda, así que entre 2 tíos la acercaron hasta el vidrio y pude ver la alegría en su rostro al ver a su nueva nieta.

Al par de horas Camila ya estaba en compañía de su madre tomando pecho.

Realmente una belleza ver el cuadro. La más hermosa de las niñas bebiendo del pecho de la más hermosa de las mujeres. Me sentí tan afortunado de poder estar viviendo semejante momento y de que esa pequeña fuese una parte de mi.

El auto se detuvo. No reconocí el lugar. Era una casa algo desatendida, pero que dejaba ver un pasado de elite.

Tenía una fuente aunque no salía agua. Y un gran espacio verde con un arbol al fondo.

Salieron del auto y caminaron al interior de la casa. Yo no sabía muy bien que hacer; en este estado incorpóreo me sentía muy confundido. Me acerqué a la fuente y traté de reflejarme en la superficie algo lodosa, pero no era posible.

Decidí tratar de entrar a la casa, pero sentía que algo me impedía el paso.

No lograba acercarme, como si algo me bloqueara. Retrocedí y decidí esperar a que alguien saliera.